Calendario cronológico-anual de lectura bíblica

Por la gracia de nuestro buen Dios, estamos a punto de iniciar un nuevo año, y al considerar que uno de los grandes compromisos de cada discípulo de Cristo es estudiar seriamente Su Palabra, me he dado a la tarea de diseñar este calendario cronológico-anual de lectura bíblica para quienes quieren tomar (o retomar) este compromiso.

¿Por qué en orden cronológico?

Aunque durante varios años he utilizado el calendario de lectura bíblica de Robert Murray M’Cheyne (algo que, Dios mediante, seguiré haciendo en el futuro), en estos últimos meses seguí un orden cronológico, lo que me ayudó a entender mejor el contexto de algunas partes de la Escritura que muchas veces había considerado de manera independiente.

En resumen, el orden cronológico es útil para tener un panorama mucho más claro de toda la Biblia, y por lo tanto de la historia de la redención.

Cómo usar este calendario

Este calendario ha sido diseñado para dedicar sólo 30 minutos de lectura al día durante cinco días a la semana. La idea es que si pierdes un día de lectura, tienes otros dos para ponerte al corriente. Recuerda: El reto principal no es terminar de leer toda la Biblia, sino leerla cada día.

A continuación, te comparto algunas recomendaciones más:

  1. Aparta la primera hora de la mañana para pasar este tiempo con el Señor. Si es necesario, explica este compromiso a tu familia. Pide su apoyo.
  2. En la medida de lo posible, procura hacerlo siempre a la misma hora y en el mismo lugar. Esto te ayudará a desarrollar el hábito.
  3. Durante este tiempo apaga tu teléfono y elimina cualquier cosa que pudiera distraerte. Es mejor si imprimes el calendario para tenerlo siempre disponible en tu Biblia.
  4. Procura leer en alguna versión contemporánea (puedes cambiar cada año); yo recomiendo la Nueva Traducción Viviente (NTV), Dios Habla Hoy (DHH) o La Biblia de Nuestro Pueblo (BNP).
  5. Ora antes de comenzar tu lectura de cada día. Ruega a Dios que ilumine tu entendimiento a través de su Espíritu Santo.
  6. Mientras lees, subraya y anota. Después podrás regresar a estos pasajes para estudiarlos a fondo.
  7. Marca una pequeña porción para memorizar y repásala a lo largo del día.
  8. Ora después de tu lectura. Si has dedicado 30 minutos a leer, procura dedicar por lo menos otros 30 minutos a orar e incluye lo que el Señor te ha mostrado en su Palabra.
  9. Comparte con tu familia lo que has subrayado o la porción que estás memorizando. Puedes estudiar este pasaje con ellos en un tiempo que aparten por la noche.
  10. No te preocupes si pierdes un día de lectura, simplemente retoma con nueva fuerza al día siguiente.

Espero que tanto el calendario como estas sencillas recomendaciones te ayuden a perseverar en el conocimiento de nuestro Señor a través de su Palabra.