«¿Qué respondería ahora si alguien me preguntara cuál es mi propósito en la vida?, ¿Qué es lo más importante que debo hacer y que está sobre todo lo demás?»
Por supuesto, lo primero que vino a mi mente fueron las clásicas palabras de uno de nuestros documentos más preciados:
«El fin principal del hombre es el de glorificar a Dios y gozar de Él para siempre»1.
Ahora, aunque como cristiano reformado estas palabras son sumamente valiosas para mí, (sobre todo porque lo que viene después muestra con claridad cómo glorificar a Dios) siento que, debido a su naturaleza requieren una mayor explicación. Y lo que yo quería era, precisamente, una especie de enunciado de misión personal.
También buscaba algo exclusivo para este siglo; algo que debiera comenzar y terminar aquí. Algo que me urgiera a aprovechar la gracia de este tiempo, que también fuera un poco más específico y (por si todo lo anterior fuera poco) quería que además fuera útil para dirigir mis pasos en este mundo.
Después de un tiempo de reflexión y oración, la respuesta llegó. La verdad es que no fue muy diferente a lo que había concluido hace tiempo, cuando estuve trabajando en una visión y misión para la iglesia local; de hecho, fue casi idéntica:2
«Creo que mi deber aquí y ahora es conocer y parecerme lo más posible a mi Señor y Salvador Jesucristo y ayudar a todos los que están alrededor de mí a conocerle a Él y a parecerse lo más posible a Él.»
Esto incluye, por su puesto, a mi esposa, a mi hijo, a mis hermanos y amigos de la iglesia, y en general, a todos aquellos que encuentre en este camino.
Pero permíteme regresar a mí. Por más egoísta que esto suene, la verdad es que todo esto debe comenzar conmigo. Que yo ponga en primer lugar a quién debo conocer para llegar a ser lo que debo ser, me servirá para ayudar a otros a conocerlo más a Él y a parecerse más a Él. Sólo así puedo comprender la terrible lucha contra el pecado que implica el crecimiento espiritual y la vida de santidad; y por supuesto, mi ejemplo también será útil en esta labor.
¿Respalda la Biblia algo como esto?
Si has llegado hasta aquí, quizá estés pensando:
«Todo esto está muy bien, pero, hasta este momento estas ideas no tienen ningún respaldo bíblico».
Y es cierto.
En un momento te proporcionaré algunas bases bíblicas, pero mientras tanto piensa en la vida y el ministerio del apóstol Pablo. ¿Acaso no fue esta su filosofía de vida? ¿Acaso no sus luchas más fuertes fueron con el fin de conocer a su Señor y parecerse más a Él? ¿Acaso no dedicó la totalidad de su vida y sus esfuerzos a ayudar a otros a conocerle al Señor y a parecerse más a Él? Éste es el propósito de sus cartas y también en ellas nos muestra su profunda preocupación por conocer, amar y servir a su Señor con todo su corazón. Revisa las siguientes citas si quieres confirmarlo: Filipenses 3.8-9, 14, 17; 1 Tesalonicenses 2.10; Gálatas 4.19; Romanos 8.29.
¿Cómo puede servir esto de guía para la vida diaria?
Piénsalo bien: Cuando tienes claridad de tu propósito en este mundo, comienzas a filtrarlo todo a partir de él: compromisos, amistades, el uso de tu tiempo, e incluso pasatiempos. Si esto está profundamente arraigado en tu corazón, de una manera natural comenzarás a preguntarte:
«¿Cómo esto me ayuda a conocer y a parecerme más a mi Señor?»
Y también:
«¿Esto puede ayudar a otros a conocer más a Cristo y a parecerse más a Él?»
Yo sé que es un pensamiento sumamente sencillo, pero útil. Y espero que pueda ser de tanta ayuda para ti, como lo ha sido para mí.